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En esta oportunidad se desarrolla la primer parte del trabajo que trata sobre los efectos que está provocando a nivel mundial el cambio de la política monetaria de EE.UU. En ese sentido el trabajo realiza un repaso acerca del porqué de la hegemonía del dólar, la evolución de su política monetaria, los riesgos de una política expansionista y las señales del cambio.
La hegemonía del dólar no se debe a una decisión del gobierno de EEUU sino al resto del mundo que le adjudica ese carácter. Esto permite a los EE.UU. realizar políticas de estímulo monetario (emitir dinero en gran escala) sin provocar inflación debido a la absorción de billetes por parte del resto del mundo.
Frente a la crisis iniciada a fines del año 2007, que tuvo como punto de partida los llamados créditos hipotecarios “subprime”, y luego generalizada a toda la esfera financiera mundial, la Reserva Federal de EE.UU. tuvo oportunidad de utilizar la poderosa artillería que disponía, sostenida en el papel hegemónico de su moneda.
En ese sentido realizó tres rondas de expansión monetaria. En la tercera de esas rondas de flexibilización monetaria (a partir de fines de 2012), llevó la política monetaria a límites que en otro contexto hubiese sido tachada de insensata. El nivel de emisión pasó a ser de 85 mil millones de dólares mensuales, y sin horizonte definido.
El esquema se completa con los tipos de interés de referencia de corto plazo donde mantuvieron la tasa en niveles cercanos al cero. Actualmente sigue por debajo del 0,25 % anual, es decir, similares a los que regían ya hacia fines del año 2008.
Mayor audacia, contundencia y heterodoxia resultan impensables dentro de los cánones actuales de la ciencia económica. Y, sin embargo, contó con el apoyo irrestricto, nada menos que del FMI, que frente al resto del mundo se comporta como el líder de las políticas monetarias prudenciales y ortodoxas.
Cifras de tal magnitud no sólo impactan la recuperación económica de EE.UU., en particular su capacidad de crear puestos de trabajo para lograr un descenso de la desocupación. También tienen efecto sobre la economía mundial. No sólo por su implementación, sino que lo tendrán también cuando sean retiradas y de acuerdo al ritmo que adquiera. En particular, efectos sobre los países que históricamente han sido más sensibles a los flujos internacionales y que en los últimos años detentan el grueso de ellos. Nos estamos refiriendo a los denominados “emergentes” tales como el BRIC´s – Brasil, Rusia, India y China – y otros similares.
Sin embargo, esta política no está exenta de otros tipos de riesgos en gran escala. Y las autoridades monetarias de EE.UU. fueron muy conscientes de ello.
¿Porque entonces siguieron adelante con su política durante años? La respuesta es simple. La recuperación económica, en particular la disminución de la desocupación es una prioridad debido a que en el bienio 2008-09 habían perdido nada menos que 8,5 millones puestos de trabajo. Una vez alcanzados los niveles de actividad y de ocupación deseados, con la misma determinación que cometieron esa audacia, harían todos los esfuerzos necesarios para desmantelar los estímulos monetarios y financieros.
Durante 2013 y hasta Noviembre de ese año, la Reserva Federal realizó, y de manera consciente, un “juego” ambiguo de anuncios que oscilaba entre: “seguiremos” y “frenaremos” los estímulos. El objetivo era evitar maniobras defensivas y especulativas que se adelantaran a las decisiones y licuaran su efecto potencial.
El 18-12-2013, adoptan la decisión de reducir la compra de bonos del Tesoro y títulos hipotecarios (estaba en un nivel de 85 mil millones de dólares mensuales) en U$S 10 mil millones. Aunque marque un sendero de disminución paulatina y moderada, el proceso se acelerará o ralentizará según la tendencia que vayan marcando los índices señalados.
Respecto a las tasas de interés ratificaron el criterio de mantenerlas en un horizonte más amplio pero sin comprometer plazo alguno. Sólo un periodo adicional luego de llegar a la meta del 6,5 % en la desocupación.
El punto central del desmantelamiento de las medidas de estímulo radica en sus efectos. Y a nosotros nos interesan aquellos que recaen sobre los países emergentes y sobre Argentina en particular. Se trata de una experiencia hasta ahora única, ya que es la salida de estímulos desde niveles nunca antes experimentados. Es similar a haber inoculado altas dosis de una droga que produce cambios en el organismo y ahora vienen los efectos de reducir la dosis hasta su completa eliminación.
Y en primer lugar, analizamos el impacto sobre las economías emergentes. En ese sentido, el trabajo repasa, de manera sucesiva, el papel que están cumpliendo en la economía mundial; el impacto de las políticas expansionistas en temas claves tales como flujos de capital, precio de los commodities, reservas, y otros; los efectos que tuvieron esos cambios; las políticas realizadas, y los efectos globales de tendencias y políticas a través de los movimientos de la tasa de riesgo y del nivel de actividad.
Este grupo de países, tiene habitualmente un tratamiento diferencial dentro de los no desarrollados, debido a que, por una parte, detentan la mayor dinámica de crecimiento. Se estima que en la última década han sido responsables de las ¾ partes del crecimiento, es decir, fueron los que traccionaron la economía mundial.
Por la otra, son los más susceptibles a las variaciones que se producen en los países desarrollados. Esto es consecuencia del proceso de globalización financiera y comercial de los ´80 y ´90. Su alta sensibilidad deriva de su tamaño y nivel de conexión a la economía mundial. El grupo más representativo es el grupo BRIC´s (Brasil, Rusia, India y China) y una gran “mancha” adicional de países tales como Sudáfrica, Ucrania, Tailandia, Indonesia, Turquía y similares, cuyas economías fluctúan en similar sentido.
La adopción de una agresiva política monetaria por parte de la Reserva Federal a partir del año 2008 (y en mucha menor medida el BCE – Banco Central Europeo) a fin de coadyuvar a la salida de la crisis, tuvo muy importantes efectos en este grupo de países. Es que hemos estado frente al mayor experimento de inyección adicional de moneda de la historia económica mundial.
Los estímulos monetarios provocaron fuertes efectos sobre variables clave en la economía:
• Disponibilidad de crédito barato en gran escala
• Colocación de bonos en mercados desarrollados
• Aflujos de capital hacia mercados emergentes bajo la forma de IDE
• Crecimiento del volumen de exportaciones a países desarrollados
• Alza de precios de exportación debido al aumento en el precio de los commodities.
• Acumulación de reservas en el sector público y privado de los países emergentes
Este conjunto de factores hizo posible que las economías emergentes pudieran revertir las deficitarias condiciones históricas de su sector externo e impulsar la actividad interna y el empleo. A fin de visualizar esos efectos el trabajo analiza en detalle los resultados en los puntos principales de ese proceso: flujos de capital, precio de los commodities, y acumulación de reservas.
El problema es ahora el retiro de las medidas y existen pruebas empíricas de las tendencias que generará. A mediados de Mayo de 2013, la Reserva Federal, con el sólo anuncio referido a que en un futuro no precisado se comenzará a retirar los estímulos (emisión contra títulos –bonos e hipotecas, y tasas de interés de referencias cercanas al cero), produjo un fuerte impacto en la economía mundial.
Y estos cambios en el proceso financiero mundial pusieron al desnudo las debilidades subyacentes en las economías emergentes que no supieron o no pudieron aprovechar un largo periodo de “viento de cola” para realizar cambios en sus viejos problemas estructurales. Ahora, sin la “protección” de las tendencias internacionales, estos problemas vuelven a asomar sus cabezas y ponen en jaque la coyuntura.
El proceso comenzó, a partir de los anuncios, con una suba de la tasa a diez años del Tesoro de EE.UU. que en pocos meses pasó del 1,7 al 3,0 % anual. Esto produjo una alta volatilidad en las operaciones bursátiles que anticipaban un cambio de ciclo en la economía mundial, con fuertes y específicos efectos en los países emergentes.
Esos cambios se efectivizaron en variables estratégicas para esos países, en las políticas que se implementaron y con un fuerte impacto conjunto de ambos elementos.
La segunda parte del trabajo continuará con el análisis detallado de esos cambios. En el caso de las variables estratégicas se examinará sucesivamente la evolución que tuvo a partir de los anuncios, la tasa de interés internacional, los flujos de capital, la depreciación de las monedas y el precio de los commodities.
Como representativo del cambio de la política económica en los países emergentes ser revisará la evolución de las tasas de interés locales y las reservas de divisas. Y en el caso del impacto global de los cambios, los indicadores riesgo-país y del nivel de actividad.
El trabajo culmina con un análisis específico de la influencia de estos cambios sobre la economía argentina.