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REFORZAR LOS ESFUERZOS DE CONTROL ENTRE BROTES DE INFLUENZA AVIAR EN CHINA

fao y CMNUCC

La resurgencia de un brote de una nueva cepa de influenza aviar que puede ser letal para los seres humanos pone de manifiesto la necesidad de disponer de sistemas de detección y respuesta sólidos y rápidos en la fuente animal para manejar el riesgo asociado con la propagación del virus y su impacto en la salud pública.

YEMEN NECESITA ASISTENCIA URGENTE PARA PREVENIR LA HAMBRUNA
fao suelos
La inseguridad alimentaria amenaza a más de 17 millones de personas en Yemen, país asolado por el conflicto, según el último análisis de la Clasificación Integrada de la Seguridad Alimentaria en Fases (CIF), publicado hoy por las Naciones Unidas y sus socios humanitarios.

EUROPA Y ASIA CENTRAL: EN TRANSICIÓN HACIA NUEVAS FORMAS DE MALNUTRICIÓN
fao dendroenergia
El crecimiento económico y el aumento de la renta per cápita prácticamente han erradicado el hambre en Europa y Asia Central. Pero a medida que los países prosperan, los cambiantes hábitos de consumo están generando nuevas amenazas para la salud. Esta “transición hacia la inseguridad alimentaria” aparece documentada en un nuevo informe publicado hoy por la FAO.

Una dendroenergía más ecológica es clave para mitigar el cambio climático y mejorar los medios de vida rurales
La producción y uso eficiente de carbón vegetal pueden ayudar a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero
21 de marzo de 2017, Roma – Lograr un sector de la dendroenergía (la utilización de la madera como fuente de energía, ndr) más ecológico tiene un gran potencial para reducir las emisiones globales de gases de efecto invernadero y mejorar los medios de subsistencia rurales, aseguró hoy la FAO con ocasión del Día Internacional de los Bosques de las Naciones Unidas.

Hasta el 7 por ciento de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero de origen humano proceden de la producción y el uso de leña y carbón vegetal. Esto se debe en gran parte a una gestión forestal insostenible y a la ineficiente fabricación del carbón vegetal y la combustión de la leña, según un nuevo informe de la FAO publicado hoy.

Haciendo referencia al tema del Día Internacional de los Bosques de este año, “Bosques y energía”, el Director General de la FAO, José Graziano da Silva, señaló que “para más de 2 000 millones de personas en el mundo, los combustibles obtenidos de la madera significan una comida cocinada, agua hervida para beber y lavarse con seguridad, y una vivienda cálida”.

«Esto es especialmente importante para los pobres de las zonas rurales en los países en desarrollo, donde la madera es a menudo la única fuente de energía disponible», señaló en la ceremonia del Día Internacional de los Bosques en Roma.

Sin embargo, advirtió que gran parte de la producción actual de combustible de madera es insostenible, lo que contribuye de forma notable a la degradación de los bosques y los suelos, y a la emisión a la atmósfera de los gases de efecto invernadero. «En muchas regiones, la producción de carbón vegetal se hace a menudo utilizando métodos rudimentarios y contaminantes», recordó, instando a los países a revertir estas tendencias negativas en la producción y uso de dendroenergía.

«Necesitamos, por ejemplo, adoptar tecnologías mejoradas para la conversión energética», dijo Graziano da Silva, añadiendo que la FAO está participando en diversos programas para producir hornillos eficientes de bajo consumo, especialmente para las personas pobres en América Latina y África. Citó como muestra un proyecto en Sudán del Sur, donde la FAO y sus asociados han distribuido ya más de 30 000 hornillos mejorados.
Concluyó asegurando que «garantizar el acceso a una energía accesible, fiable, sostenible y moderna es uno de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible» y que es «fundamental para abordar las consecuencias del cambio climático y eliminar la pobreza extrema y el hambre».

En sus palabras en la inauguración del evento, el Presidente de Fiji, Jioji Konousi Konrote, declaró que «tenemos que prestar atención a ampliar la transferencia de tecnologías de energías renovables, en particular para la biomasa forestal, a fin de garantizar que los países en desarrollo usan estas tecnologías y pueden atender la crecientes demanda de energía de manera sostenible. Sólo entonces los países en desarrollo podrían reducir el uso de combustibles fósiles y contribuir a un medio ambiente más limpio, reduciendo sus niveles de emisiones de carbono».

«Es vital que todos –añadió- desde el sector público y privado, el mundo académico, ingenieros, investigadores, responsables de las políticas, planificadores e instituciones de financiación, coordinen sus esfuerzos y trabajen juntos para aumentar la contribución de los bosques al conjunto de los suministros mundiales de energía renovable”.

El gobierno de Fiji está a punto de asumir la presidencia de la próxima Conferencia de las Partes del Acuerdo Climático de la ONU que tendrá lugar en Bonn, Alemania, en noviembre.

La producción insostenible de carbón vegetal: una de las causas del cambio climático

Más de 2 400 millones de personas -alrededor de un tercio de la población mundial – dependen todavía del uso tradicional de leña para cocinar, y muchas pequeñas empresas utilizan la leña y el carbón vegetal como fuentes principales de energía para diversos fines, como hornear, procesar té y la fabricación de ladrillos. De toda la madera utilizada como combustible en el mundo, cerca del 17 por ciento se convierte en carbón vegetal, según el informe.

Cuando se produce carbón vegetal utilizando tecnologías ineficientes y recursos insostenibles, la emisión de gases de efecto invernadero puede alcanzar los 9 kg de equivalente de dióxido de carbono por 1 kg de carbón producido.

El informe destaca que en ausencia de alternativas realistas y renovables al carbón vegetal en un futuro próximo, en particular en África subsahariana, el Sudeste asiático y América del Sur, es esencial hacer más ecológica la cadena de valor del carbón y aplicar prácticas sostenibles de gestión forestal para mitigar el cambio climático, al tiempo que se garantiza el acceso de los hogares a las energías renovables.

Una cadena de valor del carbón vegetal más ecológica

Cambiar la forma en que se obtiene la madera y se produce el carbón vegetal ofrece un elevado potencial para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Un cambio de estufas u hornos tradicionales a hornos modernos y eficientes podría reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 80 por ciento. En el nivel de uso final, la transición de las cocinas tradicionales a otras mejoradas de última generación podría reducir las emisiones en alrededor del 60 por ciento.

Se puede lograr aún más eficiencia energética reduciendo los residuos de carbón vegetal, por ejemplo, transformando el polvo de carbón en briquetas.

El estudio sostiene que si bien la transición de un abastecimiento insostenible a uno sostenible puede significar mayores costes para la cadena de valor del carbón vegetal, un sector del carbón vegetal más respetuoso con el medio ambiente tendría un impacto económico general positivo.

Un análisis de costes y beneficios en Kenya, por ejemplo, estimó que una transición hacia una producción eficiente de carbón vegetal requeriría una inversión de 15,6 millones de dólares EEUU anuales, excluyendo los costes iniciales. Pero generaría 20,7 millones de dólares en beneficios.

Además, la demanda de una producción sostenible de carbón vegetal puede ofrecer oportunidades de forestación y reforestación. Y proporcionar a la población local una mayor seguridad de tenencia puede aumentar su disposición y capacidad para invertir en enfoques sostenibles.

Crear un entorno propicio para el cambio

El informe pide a los gobiernos nacionales que creen un entorno político propicio y un clima de inversión atractivo para la transición a un sector más ecológico del carbón vegetal.

Además, una mejor aplicación de la legislación y la gobernanza forestal pueden ayudar a aumentar los ingresos del gobierno y las inversiones en el manejo forestal sostenible y tecnologías eficientes de conversión de la madera.

La evidencia demuestra que los países africanos podrían reinvertir entre 1 500 y 3 900 millones de dólares EEUU en lograr una cadena de valor del carbón vegetal más ecológica a partir de los ingresos anuales que actualmente pierden debido a que el sector es en gran medida informal y el mercado está regulado en forma inadecuada.

SOMALIA: LA FAO APRUEBA 22 MILLONES DE DÓLARES PARA AMPLIAR SUS OPERACIONES Y EVITAR LA HAMBRUNA
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Los fondos del CERF permiten ampliar el apoyo a las comunidades rurales afectadas por las sucesivas sequías

La FAO ampliará sus operaciones en las regiones de Somalia afectadas por la sequía gracias a una contribución de 22 millones de dólares aprobada esta semana por el Fondo Central de Respuesta a Emergencias (CERF, por sus siglas en inglés), que complementa las aportaciones ya realizadas por el Fondo especial para actividades de emergencia y rehabilitación (SFERA) de la FAO.

Esta iniciativa forma parte de la respuesta internacional para prevenir otra hambruna en Somalia, apenas cinco años después de que otra anterior devastara el país. La acción de la FAO pretende aumentar el apoyo a los medios de subsistencia rurales y restablecer la producción alimentaria, asegurando al mismo tiempo que las familias tengan cubiertas sus necesidades inmediatas de alimentos y agua.

En todo Somalia, se calcula que 6,2 millones de personas sufrirán inseguridad alimentaria aguda hasta junio de 2017. De éstas, cerca de 3 millones se encuentran en la Fase 3 (“crisis”) y Fase 4 (“emergencia”) de la Clasificación Integrada de la Seguridad Alimentaria en Fases (CIF).

Esto supone un aumento de más del doble en comparación con hace seis meses. La Fase 5 de la CIF es ya la situación de hambruna.
El jefe de la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), Secretario General Adjunto y Coordinador de Ayuda de Emergencia, Stephen O’Brien, afirmó que se libera el préstamo del CERF a la FAO «como parte de los esfuerzos para evitar una catástrofe humanitaria en Somalia.»

«Más de 2,9 millones de personas están en riesgo de hambruna y muchos morirán de hambre si no actuamos ahora. El CERF es una de las maneras más rápidas de permitir la respuesta urgente a las personas más necesitadas.

La FAO es un socio clave para asegurar que el apoyo crucial a los medios de subsistencia llegue a las personas afectadas. El préstamo cubrirá una brecha crucial y permitirá a la FAO salvar inmediatamente vidas y medios de subsistencia de agricultores y pastores hasta que se reciban fondos adicionales de los donantes «, añadió O’Brien.

“El CERF ha apoyado durante mucho tiempo las intervenciones de la FAO para salvar y proteger los medios de subsistencia, y por tanto vidas humanas en contextos de crisis.

Los medios de subsistencia son la mejor defensa de las personas contra la hambruna y esta aportación de 22 millones de dólares es clave para la respuesta de la FAO frente a la hambruna y la sequía en Somalia, permitiendo a la Organización ofrecer una ayuda rápida y muy necesaria a los hogares rurales vulnerables”, señaló por su parte el Director General Adjunto de la FAO para Programas, Daniel Gustafson.

Salvar los medios de subsistencia, salvar vidas

La mayoría de los 6,2 millones de personas que padecen inseguridad alimentaria aguda viven en las zonas rurales de Somalia, donde los niveles de hambre han aumentado sobre todo debido a las pérdidas en la producción agrícola y ganadera y otras fuentes de alimentos e ingresos a causa de las sucesivas sequías.
Las alarmas tempranas avisan de forma clara y rotunda: en el peor de los escenarios, donde la tradicionalmente principal estación de lluvias Gu (abril-junio) traiga precipitaciones muy escasas; el poder adquisitivo caiga aún más a niveles vistos en 2010/2011, y la ayuda humanitarian no sea capaz de llegar a los necesitados, la población puede padecer o verse amenazada por una situación de hambruna.
Labor de la FAO

La FAO está reforzando la implementación de su Plan de prevención de la hambruna y respuesta ante la sequía, que combina intervenciones para salvar vidas con apoyo de emergencia a los medios de subsistencia para cubrir las diversas necesidades de la población rurales en riesgo en Somalia: se trata de un enfoque de doble vía que combina la ayuda inmediata y el apoyo a los medios de subsistencia que crea oportunidades de ingresos para reducir su dependencia de la ayuda humanitaria.

Entre las medidas que incluye bajo el Plan figura el aporte de dinero en efectivo (dinero por trabajo y transferencias monetarias incondicionales), satisfacer las necesidades inmediatas de alimentos y agua; provisión de apoyo a los medios de subsistencia basados en la agricultura y la pesca combinado con aportes en efectivo (“Cash+”) y salvaguardar los activos ganaderos y los alimentos e ingresos que proporcionan.

El préstamo del CERF complementa el propio mecanismo de financiación de la FAO, Plan de prevención de la hambruna y respuesta ante la sequía, y ayudará a iniciar actuaciones importantes apoyadas por los Gobiernos de los Estados Unidos de América y el Reino Unido.