Se trata de Martina Castro Fernández, una bailarina de danza clásica de Monte Grande que, con tan solo 12 años, grabó un documental para la televisión canadiense en el ciclo “Enfants Prodiges” (Niños Prodigio) y obtuvo una beca para estudiar en el prestigioso American Ballet de Nueva York.
Martina comenzó con la danza a los 9 años, en una pequeña escuela donde practicaba jazz, en Monte Grande, y se inició en el clásico en agosto de 2016, cuando se presentó a una audición en la Fábrica de Arte, a cargo del eximio bailarín Maximiliano Guerra.
Con talento, pero también mucho sacrificio, dedicación y el infaltable apoyo constante de su familia, Martina ensaya todos los días en el Estudio Domus, junto a su profesora y bailarina del Teatro Colón, Silvina Vaccarrelli.
La joven, que despunta como promesa de la danza clásica, cursa el segundo año del colegio secundario a distancia, a través del SEADEA, que le permite cumplir con sus estudios sin descuidar su pasión, ni sus clases de inglés, francés y pilates.
Tras la grabación en Canadá del programa que se emitirá el próximo año por TV5, que narra historias de chicos destacados en diversos campos alrededor del mundo, Martina continúa firme en cumplir su objetivo: se imagina como primera bailarina en una de las principales compañías del mundo y sabe que va por el camino correcto para lograrlo.