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La FAO pide a los donantes ayudar a los agricultores de Siria cuando más lo necesitan

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20 de enero de 2016, Roma – La guerra en Siria se acerca a su sexto año, la producción agrícola se ha hundido y el suministro de alimentos se encuentran bajo mínimos, arrastrando a millones de personas al hambre.

La FAO pidió hoy a los gobiernos que aumenten los fondos destinados a ayudar a los agricultores a mantener sus tierras en producción para evitar que la situación se deteriore aún más.

El llamamiento de la FAO se produce en vísperas de una conferencia internacional de donantes el próximo 4 de febrero en Londres, convocada por el Reino Unido, Alemania, Noruega, Kuwait y las Naciones Unidas para movilizar apoyos para la labor humanitaria en Siria.

«El conflicto ha diezmado el sector agrícola, lo que ha tenido un gran impacto en el suministro de alimentos y los mercados. Actualmente, más de la mitad de los sirios que permanecen en el país padecen inseguridad alimentaria, con una de cada tres personas que no pueden comprar alimentos básicos», advirtió el Director General de la FAO, José Graziano da Silva.

Debido a que la producción nacional de alimentos se ha hundido, explicó, los precios de los alimentos en Siria se han disparado, con el precio de la harina de trigo y del arroz que han aumentado en algunos mercados hasta un 300 y un 650 por ciento, respectivamente, en los últimos 18 meses.

Más de mitad de la población de Siria necesita ya ayuda alimentaria, y Graziano da Silva alertó que sin un aumento de la financiación para apoyar las actividades agrícolas, habrá más campesinos que no tendrán más remedio que abandonar sus tierras y desplazarse dentro del país o al otro lado de las fronteras.

«Siria necesita producir tantos alimentos como sea posible por sí misma, ya que la ayuda sola no puede alimentar al país» dijo el Director General de la FAO, y añadió que se necesita un «fuerte incremento» de los fondos en apoyo a la agricultura en Siria.

LA AGRICULTURA PUEDE EVITAR LA PROPAGACIÓN DEL HAMBRE

Los agricultores en Siria no tienen acceso a semillas y fertilizantes. La producción ganadera está en peligro, ya que los criadores no pueden encontrar o comprar pienso suficiente y los servicios veterinarios ya no funcionan. Los mercados alimentarios y los sistemas de distribución se han visto gravemente perjudicados.

«La agricultura fue, y seguirá siendo, la principal fuente de empleo en Siria. Es esencial para alimentar a la población del país ahora, y será clave para su futura recuperación», recordó por su parte el Director General Adjunto de la FAO para Cooperación Técnica, Laurent Thomas.

«No debemos olvidar –añadió- a los agricultores que siguen en Siria y luchan para mantener sus tierras productivas. Son en su mayoría mujeres -que ahora suponen el 63 por ciento de la fuerza laboral agrícola- y constituyen la columna vertebral del suministro de alimentos en Siria”.

Rehabilitar la agricultura siria -siempre que sea posible- es mucho más barato que importar ayuda alimentaria. Por ejemplo, 100 dólares EEUU permiten a un agricultor producir 1 tonelada de trigo, mientras que es mucho más caro importar la misma cantidad de cereales.

EL TRABAJO DE LA FAO EN SIRIA

A pesar de las enormes dificultades, la FAO sigue apoyando a los agricultores y las comunidades rurales en Siria, operando en 13 de las 14 provincias del país, incluyendo las áreas de difícil acceso en el norte.

Sólo en 2015, la FAO aumentó notablemente el número de beneficiarios, llegando a 1,5 millones. Se calcula que las familias de agricultores que han recibido semillas de trigo y cebada producirán 119 000 toneladas de cereales este verano, suficientes para alimentar a casi medio millón de personas durante un año. Además, más de 9 millones de animales recibieron también atención veterinaria, con el objetivo de reducir el riesgo de enfermedades del ganado y proteger los rebaños.

«Mientras que las operaciones militares continúen devastando los centros urbanos, en las zonas rurales los agricultores a menudo no tienen otra opción que trabajar la tierra. Para ellos, el acceso a los insumos agrícolas es la principal dificultad», concluyó Thomas.

Para ampliar con urgencia sus operaciones de emergencia en 2016, la FAO ha solicitado 87 millones de dólares EEUU para apoyar a 3 millones de personas en Siria, además de 53 millones para ayudar a los refugiados, las comunidades de acogida y otros grupos vulnerables en Irak, Jordania, Líbano y Turquía.

A pesar de la importancia del sector, las intervenciones agrícolas de emergencia en Siria sufrieron un déficit de financiación superior al 70 por ciento en 2015. Puede –y debe- hacerse mucho más para aumentar la disponibilidad de alimentos en Siria y fortalecer la resiliencia de los medios de vida basados en la agricultura en todo el país, ayudando así a que los campesinos permanezcan en sus tierras.