Los instrumentos del Sistema Interamericano nos obligan a cooperar, pero jamás a negociar la democracia, especialmente cuando cada día que pasa arriesgamos nuevas tragedias humanas, una familia más desintegrada y una violación cada vez mayor a las garantías de las personas. Venezuela atraviesa una grave crisis social y política que es producto de la desinstitucionalización del país.
El tiempo se nos va de las manos y ya hay decenas de muertos y cientos de heridos y detenidos políticos.