“Vamos camino a algunas soluciones”, afirmó hoy el Jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, al ser consultado sobre el sector automotriz, a raíz de la situación en Brasil.
En diálogo con los periodistas, al ingresar a la Casa de Gobierno, señaló la necesidad de “ordenar los mercados de nuestros socios comerciales, porque nuestros socios comerciales le venden a su vez a países centrales donde se sienten las complicaciones propias de la crisis: Estados Unidos, Portugal, España, Irlanda, Italia, Grecia, que tienen que ir recomponiendo su situación para que esa cadena tampoco le cierre el grifo a las posibilidades argentinas de colocación de sus propios productos”.
Mencionó la integración de las plantas automotrices, lo cual “permite no tener costos tan altos y si trabajos garantizados en los dos lados (Argentina y Brasil)”, pero “con alguna situación complicada en alguno de los dos morigera la posibilidad de la venta del producto”.
“Pero –agregó- uno no se queda como un espectador mirando por televisión a ver como se resuelve, se hablan permanentemente y de hecho (Daniel) Scioli ha estado en estos días hablando con la presidenta Dilma Rousseff, para ir encontrándole alternativas al mercado automotriz que es una de las políticas que seguramente ha hablando que importa y mucho”.
“Creo que vamos camino a algunas soluciones y si eso no morigera los niveles de adquisiciones de nuestros productos nos permite mantener los niveles de trabajo y de funcionamiento de nuestras plantas, optimizando la mayor cantidad la capacidad instalada; creo que estamos trabajando bien en eso”.
Reiteró que “La Argentina no tiene fabricación de autos ciento por ciento argentinos; tiene una parte de integración muy alta que es la que luchamos que sea cada vez más alta, pero no hay un auto que se diga: éste se elabora ciento por ciento, por un montón de razones; Argentina no fabrica chasis, block de motores en muchos casos”.
En respuesta a una pregunta aclaró que “nunca se han dejado de comprar y se compran permanentemente, el año pasado se pagaron cien mil millones de dólares, entre deuda y esos componentes que vienen del extranjero y forman parte de un producto fabricado en la Argentina.
No ha sido un freno y no van a ser un freno las posibilidades de seguir produciendo como sucede hasta este momento”.